No conozco a nadie que se resista a unas croquetas caseras. Las de hoy son de pollo. Están hechas con una pechuga ya cocida que puse como extra en un caldo de pollo y verduras, así que te valdrá cualquier sobra de pollo de cualquiera de tus guisos.
Ingredientes:
1 pechuga entera de pollo (ya cocida)
1 cebolla
2 cucharadas de harina
1 vaso de leche
50 gr. de mantequilla
Nuez moscada
Sal
1 huevo
Pan rallado (yo usé panko)
Aceite para freír
Preparación:
Pica finamente la pechuga ya cocida y reserva. Pela la cebolla y pícala también.
Pon la mantequilla en una sartén honda. Cuando se haya diluído echa la cebolla y póchala con un poco de sal. Cuando esté transparente y blandita, añade el pollo bien desmenuzado y cocina un par de minutos.
Agrega la harina y cocínala un poco para que pierda su sabor. Añade poco a poco y sin dejar de remover la leche, hasta que quede una bechamel bien espesa. Pon ahora la nuez moscada y una pizca de sal. Deja enfriar esta preparación en una fuente.
Pasadas unas horas, la masa de croquetas estará fría y podremos manipularla. Haz las croquetas con el tamaño y forma que desees y reboza cada una de ellas en huevo batido y en pan rallado. Si ves que tienes demasiadas, es el momento de congelarlas. Yo las guardo en un tupper adaptando su tamaño y forma a la capacidad del recipiente y las tengo listas para consumir cualquier otro día. Recuerda que no tienes que descongelarlas para usarlas: fríelas como las que venden en las grandes superficies, a fuego medio para que no te queden frías por dentro.
Solo te queda freír las croquetas en abundante aceite. Yo suelo poner un diente de ajo en el aceite cuando hago este tipo de frituras: me sirve para ver la temperatura del aceite y para que su sabor no predomine sobre lo que estoy friendo (lo uso también cuando frío los filetes empanados). Dóralas bien y sírvelas calientes.
Consejos:
- Si la bechamel no es uno de tus fuertes en la cocina, no la hagas junto a la cebolla y el pollo, sino en una cazuela aparte. Añádela después y sigue el proceso. Así evitarás los indeseados grumos.
- Debes dejar enfriar totalmente la mezcla o no podrás manipularla. Conforme vaya enfriando irá solidificando.
- Si la masa te queda un poco blanda, puedes rebozar las croquetas en harina antes del huevo batido y el pan rallado: eso te ayudará a que conserven su forma antes de freírlas.
Elena, estamos visitando tu blog y nos encanta esta comida casera que nos presentas.
ResponderEliminarEstas croquetas de pollo te han quedado fabulosas, qué doraditas y crujientes!!
un abrazo
Me alegra mucho que os guste... Bienvenidas a mi cocina y gracias por vuestro comentario. Besos.
Eliminar¡Qué ricas! Lo bien que sienta una buena croqueta.
ResponderEliminarBesos.
Yo soy fan de las croquets, me gustan todas, y con un vermut son un aperitivo fantástico. Besos.
EliminarElena, acabo de pasarme por aquí y me encuentro una receta que me encanta. Hay que ver lo buenas que están unas croquetas caseras, eh??
ResponderEliminarSi no te importa, me quedo por aquí.
Un beso
¿No se te puede seguir si no es por facebook?
EliminarHola Maritornes! Bienvenida! Me alegra mucho que te gusten mis croquetas. Espero seguir agradándote con nuevas recetas. Y sí, de momento solo me podéis seguir por Facebook. Besos!
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