Los platos tradicionales suelen ser la mejor apuesta. Este es el asado de pollo que hemos comido siempre en casa, muy fácil de preparar (para principiantes, vamos) y que gusta a todo el mundo. Y además, tiene la ventaja de que puedes dejarlo preparado todo con antelación a falta de hornearlo en la última hora.
Ingredientes: (por persona)
1 pata de pollo (muslo y contramuslo)
1 patata mediana o 2 pequeñas
1 diente de ajo
1/2 tomate
Piñones
Sal
Pimienta negra
3 cucharadas de vino blanco
3 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de agua
Preparación:
Precalienta el horno a 220 grados.
Pela las patatas y córtalas en rodajas gruesas o en cascos, como prefieras. Pela los ajos y pícalos. Lava los tomates y trocéalos como si fuesen para ensalada (yo esta vez usé tomates cherry, y usé 2 por persona).
Pon sal en la base de la fuente en la que vayas a preparar el asado. Coloca el pollo y las patatas. Añade más sal y pimienta negra. Coloca los tomates y añade el ajo picado y los piñones.
Ahora es el turno de los líquidos: el agua, el vino blanco y el aceite.
Baja la temperatura del horno a 180-190 grados e introduce el asado. Hornea en la parte baja del horno durante 45 minutos.
Consejos:
- Cada horno es un mundo, así que comprueba bien que tu asado después de 45 minutos está bien hecho. Si no, déjalo algo más de tiempo.
- Yo prefiero los muslos de pollo porque la pechuga es siempre más seca pero es cuestión de gustos.
- La cantidad de líquido es orientativa. Puedes ponerle más, y tendrás luego más salsa para acompañar.
- Si no le pones patatas, es una forma muy saludable de comer pollo, diferente a la típica pechuga a la plancha de todas las dietas.
Una manera fácil de hacer una receta apetitosa y saludable,,, muy buen plato¡¡
ResponderEliminarMe alegro mucho que te guste. Un beso!
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