Bizcocho de leche y vainilla

Un bizcocho más que sumar a los que ya hay en el blog, con un sabor muy suave y un interior muy esponjoso. 

Ingredientes:

1 vaso de leche 

1 1/2 vasos de azúcar blanquilla

2 1/2 vasos de harina

3 huevos tamaño M

1/2 vaso de aceite de girasol

1 sobre de levadura (polvos de hornear) 

1 cucharada sopera de extracto de vainilla

Azúcar moreno y/o pasas para decorar (opcional)

Preparación:

Precalienta el horno a 200 grados. 

Bate con las varillas (o con un robot de cocina) los huevos junto con el azúcar hasta que el resultado sea una crema. Añade la leche, el aceite y el extracto de vainilla sin dejar de batir. Incorpora la levadura y la harina tamizada y mezcla bien. 

Prepara tu molde, engrasándolo si fuera necesario. Yo esta vez utilicé unos moldes pequeños desechables, perfectos para poder conservar mejor el/los bizcocho/s. A dos de ellos les puse azúcar moreno y a los otros dos pasas, pero este paso es opcional.

Baja el horno a 180 grados e introduce el bizcocho. Hornea durante 45-50 minutos aproximadamente  si haces un solo bizcocho con esta cantidad de masa (recuerda introducir un palillo para comprobar que está cuajado por dentro). Como estos bizcochos eran más pequeños en solo 25 minutos estaban listos, así que todo dependerá del tamaño de tu molde. 

Deja enfriar y disfruta con un café, un té, un licor, unos bombones... 

Consejos:
- Es fundamental que batas bien los huevos con el azúcar. Esto ayuda a que el bizcocho quede bien blandito y aireado.
- Si tu horno es más fuerte por arriba, pon en bizcocho en la parte baja o cúbrelo con papel, con el fin de que no se queme y se cocine despacio, algo fundamental para que suba y quede esponjoso.
- Una vez fríos, introduje cada uno en una bolsa de plástico cerrada (de las de bocadillo, o de las de congelar) y han mantenido todo su sabor y textura durante tres días (quizás aguantan más, pero no nos ha dado tiempo a comprobarlo...)