Y es que estos días de frío, hay que ayudar al cuerpo a entrar en calor. Por eso, las sopas y las cremas son mis favoritas en invierno. En esta receta, he usado productos en conserva y congelados: siempre hay en las casas y nos solucionan más de una cena.
Ingredientes:
1 cebolla mediana
1 puerro
1 conserva grande de zanahorias y guisantes (600 gr.)
1 bolsa de marisco congelado (400 gr.)
1 filete de merluza congelado
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal
Agua
Preparación:
Pica la cebolla y el puerro. Calienta el aceite en una olla, donde prepararás la crema, y rehoga las verduras con un poco de sal. Agrega después las zanahorias y guisantes, lavados y escurridos, y sofríelos.
Cubre de agua, pon más sal y cuece a fuego medio durante 10 minutos. Aparta del fuego, y con una batidora, bate la verdura cocida hasta conseguir una crema.
Vuelve a poner en el fuego la crema y echa ahora los congelados: el marisco y el pescado, y deja hervir lentamente 15 minutos. Rectifica de sal si fuera necesario y si el pescado lo has puesto en un trozo grande, deshazlo en trocitos (cocido se deshará solo porque tiene una textura muy blanda). Sirve bien caliente.
Si quieres "energía extra", puedes poner una tacita de arroz cuando agregues el marisco. La combinación queda muy bien y el plato resultará enriquecido.
¡Ay, qué bien tiene que entrar! Con esta rasquilla, apetecen un montón este tipo de platos.
ResponderEliminarSe ve estupendo.
Un beso.
Nos cayó fenomenal, y la idea de usar productos congelados y en conserva vino de lujo... ¡A ver quién sale a la calle a comprar con la que está cayendo! :-)
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