
Ingredientes:
250 gr. de lentejas
2 zanahorias
2 puerros
2 patatas grandes
1 cebolla grande
1 tomate
2 dientes de ajo
2 hojas de laurel
Sal
Pimentón dulce
Colorante alimentario
Aceite de oliva
Preparación:
Las lentejas son la única legumbre que no necesita remojo; se pueden cocinar directamente. Lo que sí hago es hervirlas tres veces, cambiándoles el agua: es un truco que se hace en casa de mi madre y que ayuda a que sean más digestivas y no produzcan gases.
Así que cubre las lentejas de agua y ponlas en el fuego. Cuando ese agua hierva, escúrrelas, lávalas, vuelve a cubrirlas de agua y llévalas al fuego hasta que hiervan. Repite esta operación una tercera vez.
Mientras tanto, prepara la verdura. Pela las zanahorias, las patatas, los puerros, la cebolla y los ajos. Corta todo en trozos pequeños y reserva. Ralla el tomate y reserva.
Pon en una sartén dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente pon la verdura y póchala con una pizca de sal. Añade el tomate rallado y una cucharadita de pimentón y rehoga bien.
Con el agua limpia en la olla y las lentejas, agrega el sofrito anterior, el laurel y añade más sal. Pon un poco de colorante. Si las haces en olla rápida, cierra la olla y cocina durante 20 minutos. Pero si tienes tiempo, hazlas como antaño a fuego lento en una olla tradicional tapada y cocínalas durante 40-60 minutos (dependerá del tipo de lenteja que uses). El guiso quedará más ligado y habrá adquirido mejor todos los sabores.